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@edutorresr
Durante el último torneo, Tigres ha tenido algunas modificaciones en su forma de juego, pero respetando siempre las bases de posesión y posición que lo han distinguido en el transcurso de las últimas temporadas.
Los extremos tenían funciones clave: abrir la cancha y llegar a línea de fondo. Lo vimos en ocasiones con Damián Álvarez y Danilinho, Lugo era una excepción a esa regla, Guerrón siguió esa función mientras jugó por la banda, pero la actualidad de Javier Aquino e Ismael Sosa no es necesariamente llegar a línea de fondo.
Hablando de la naturaleza de los jugadores, Sosa había sido centro delantero una gran parte de su carrera, pero fue a partir de su llegada a Pumas que comenzó a tener mucha más acción por un costado, dejando en la punta de ataque a Eduardo Herrera o Matías Britos, mientras que Javier Aquino conoce perfecto ambas bandas, pero también le hemos visto muy buenos partidos jugando por los carriles interiores del juego, ya sea cuando es Acosta el lateral izquierdo, o el sábado contra León que dejó a Luis Quiñones como extremo izquierdo.
Es bastante normal pensar que el jugador habilidoso tiene que estar siempre pegado a la banda para aprovechar su velocidad, que la buena técnica sirve solo para correr mucho o en el mano a mano, pero la realidad es que los jugadores más inteligentes y los de mejor pase deben estar siempre en la zona mas cercana a la medular del equipo, para así poder tener muchas más opciones de atraer rivales hacia el centro, y esto provoca que las bandas empiecen a vaciarse.
La mejor forma de atacar es ir por la zona menos poblada del campo, es decir: las bandas. Ir generando mano a mano en cada zona es algo que da un gran beneficio, pero también hay que tener muy claro que sirve de muy poco generar duelos personales por bandas si no tienes quien gane esos duelos, para ello es importante la gran multifunción de un jugador como Aquino, además de contar en el banquillo con más elementos de encare como Luis Quiñones, Damián Álvarez y el mismo Alberto Acosta llegando desde la defensa.
Por su parte, la función de Ismael Sosa tampoco tiene tintes de línea de fondo, acostumbra mucho más a interiorizar su posición tanto a la zona de media punta y del centro del ataque como compañero del francés André-Pierre Gignac, y sin duda es el mejor elemento para disputar los balones aéreos, una cualidad carente en el ariete francés.
Las variantes de Ferretti seguramente son previamente analizadas para poder llegar a una conclusión, entrenarla y aplicarla. Sin embargo, son los jugadores los encargados de saber cuándo hacer cada cosa, porque la interpretación de los momentos es uno de los puntos más importantes de un futbolista; hay que saber cuándo es mejor llegar a línea de fondo, cuando es mejor interiorizar el juego. No solo seguir ordenes por obligación.
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