Un arquero necesario, pero ¿el adecuado?

Se ha mencionado mucho sobre la llegada de Fernando Muslera a los Tigres, desde la llegada de Nahuel Guzmán en 2013 ha sido la única noticia de posible fichaje para la portería, puesto que "Patón" ha tenido siempre una buena respuesta con el equipo. 

El fichaje de un portero no debe ser en función de que Guzmán deje el equipo, sino que debe ser para mejorar la competencia interna que se genere entre arqueros. Es decir, con el debido respecto que merece Enrique Palos y Aarón Fernández, las diferencias de calidad que hay con Nahuel son bastante grandes. En dado caso de rotaciones, como se ha visto en Conchampions o Copa MX, las diferentes son bastantes grandes, y la sensación de seguridad se reduce bastante. 

En Tigres la figura del arquero no sirve nada más para evitar goles; sirve también para iniciar el juego y tener superioridad numérica en el cuadro bajo cuando vengan los atacantes rivales a presionar. Es decir: si vienen dos atacantes contra nuestros dos centrales, el arquero se convierte en línea de pase para poder jugar con él, es una función que en Newell´s y Argentina con Martino Nahuel cumple bien, no es el caso de Muslera en selección o Lazio y Galatasaray que es un arquero con condiciones para salir en largo, reventar, el juego directo, direccionar el balón largo a ciertas zonas referenciadas en el campo. 

Las diferencias entre jugadores de la misma posición no son malas, y en Tigres lo podemos ver con los delanteros: Gignac es un jugador móvil, que genera ventajas, puede atacar el espacio y también ser posicional, y Fernández que es suplente se puede notar que es más fijo. Las diferencias son buenas, se puede rotar dependiendo de las funciones o características que tenga el rival.

Ahora, hay cosas que no nos constan como el costo (no valor) de 10 millones de dólares por Muslera, que si fuera cierto es una locura. Hay arqueros mejores que Muslera, más útiles para juego posicional y recursos verticales, quizá el costo es excesivo. Ojalá la directiva sepa gestionar bien esa cuestión y, sobretodo, ojalá que sepan que no hay que dejar ir a Nahuel.