Alberto Acosta y José Francisco Torres han sido dos piezas que encajan bien en algunos
planes de juego que pretende Tigres, sobretodo en cuestiones de ataque con un
ritmo más alto de pase, todo esto con la suma de calidad de conducción, drible
e inteligencia táctica que tiene Javier
Aquino, un habitual extremo izquierdo desde hace un año en Tigres.
Estos tres nombres,
incluso sumando a Juninho y a Nahuel
Guzmán en la salida, son capaces de crear un sistema de juego propio por el
sector izquierdo, siendo algo diferente a lo que se tiene acostumbrado ver en
cuanto a ritmo y cantidad de pases a lo ancho de la cancha
¿Cómo puede funcionar
esto? Teniendo un sistema complementario; con sus debidas características
positivas y negativas en función de la idea, todos atacan y todos defienden. En
fase defensiva, Aquino aprieta la salida del lateral o central rival, y Torres
apoya; Acosta marca al extremo, y si la pelota llega allí baja Torres y también
apoya y Aquino ya queda como oportunidad de descarga post-recuperación.
Atacando, es natural que
Gringo Torres se quede por dentro, pero también Javier Aquino busca adentrarse
posicionalmente para tener una opción extra de pase; Acosta adelanta su
posición y elimina las referencias de marca. Además, Acosta es capaz de
conducir de forma diagonal, tal como se ve en la posición de gol que se genera
para Gignac frente a América.
Todo esto, es diferente a
lo que se hace por banda derecha, porque Sosa es un falso extremo; Jiménez
tiene poca función de ataque porque debe defender por dos: por él mismo y por
el poco sacrificio que tiene Sosa.
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