Una de las situaciones
que más favorecen al ataque de un equipo son las sorpresas, pero no hablo solo
de que la inspiración del momento te lleve a una gambeta. Más bien me refiero a
fabricar los momentos mediamente automatismos tácticos que permitan el escenario
para la sorpresa.
El juego posicional de
Tigres sirve para crear posiciones de recepción delante de la línea de la
pelota, lo que por lógica te acerca más a la portería con cada pase que des,
pese a ser hacia atrás cada descarga es importante para ir generando
movimientos al frente, esto produce habitualmente superioridad numérica del
rival para evitar los 1 c 1 por bandas, sobre todo con extremos muy dinámicos
como Damián Álvarez, pero si hay superioridad numérica con los extremos,
¿quiénes quedan libres?
Los laterales fijos en
este tipo de ataque no sirven de mucho, puesto que no hay a quien hacerle una
vigilancia, lo que sucede con ellos es que deben adelantarse para interiorizar
su juego, no nada más hacerle la pasada clásica por la espalda al extremo, dado
que esto no sirve de mucho.
Al momento que se meten a
los carriles interiores, los delanteros propios ya están marcados, y los
extremos también, incluso por superioridad numérica como menciona arriba.
Entonces los laterales quedan libres de marca, mirando de frente a la portería
y con un carril entre lateral – central para poder penetrar.
Se debería buscar
penetrar esa zona para sumar más gente en el área o cerca del área, no todas
las ocasiones hacerlo porque si no también se volvería algo muy repetitivo y
predecible para desactivarlo.
No necesariamente
significa que los laterales vayan a ser quienes metan los goles o den
asistencias, pero sí pueden mover marcas, ser un apoyo para los extremos
delante de la línea de la pelota, obligar a que el rival quede 1 c 1 por fuera.
Son movimientos que generan muchas ventajas, y que seguramente provocaría tener
posiciones de tiro de manera frecuente.
Tras pérdida, quedan dos
pivotes (Pizarro – Dueñas) y dos centrales (Ayala – Juninho), teniendo al rival
prácticamente metido en su área, lo que provoca que si recuperan podríamos
achicar y buscar que revienten la pelota a donde no tengan nadie como opción
más segura para ellos, y a partir de eso volver nosotros a atacar.
Lo importante no es
estar, lo realmente importante es llegar desde segunda línea. Atacar con quien
nadie tiene referenciado con marcas.
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