Guido Pizarro el pasado
sábado en el partido amistoso frente a Correcaminos, cumplió una función
diferente a la habitual como mediocentro, pero no era una función mala para él
o para el equipo.
Durante la fase de
ataque, entraba entre centrales para lograr darle un espacio más largo a los laterales
(Jorge Torres Nilo e Israel Jiménez) convirtiéndolos en extremos. La idea era
clara: tratar de poner la mayor cantidad de gente delante de la línea del balón
para tener más opciones de pase rival, pero sin arriesgar con desequilibrio en
defensa.
En medio campo, provocaba
tener a Jesús Dueñas y Javier Aquino como internos para dos opciones: ser
líneas de descarga segura o aprovechar los huecos que se abren entre la zona
del central y del lateral contrario. Y Lucas Zelarayán frente a ellos para ser
el enlace en esa zona para el pase filtrado, la apertura de la cancha o el tiro
de media distancia.
En ataque, la subida de
Jiménez provocaba la libertad de Ismael Sosa para ir hacia dentro y trabajar
como segundo delantero junto a Fernándo Fernández, o Gignac en el momento en
que el francés ya esté disponible
Estas rotaciones de
posición y función de varios jugadores, obligarían al rival a concentrar más
gente en la zona de su defensa central por un principio básico: hay que tener
mayor número de defensas respecto al número de atacantes del rival. Y esta
condición propicia llevar al rival a estar más cercano a su arco, provocando
dos cosas: primero que la pelota esté muy lejos de tu arco y que, por lo tanto
haya menos peligro de que te anoten. Como segunda consecuencia tenemos que la
recuperación tras pérdida sería mucho más cercana a la zona de peligro si se
hace un pressing correcto.
Como se producen cambios
posicionales tanto en nuestro equipo como en el contrario, se crean diferentes
1 vs 1, tanto por dentro como por fuera, y los encuentros directos hombre
contra hombre normalmente los gana quien mejor trabaja y quien mejor
individualides tiene, y Tigres posee esos dos aspectos. Pero también hay cierta
desventaja, puesto que tener la pelota constantemente y poseer más jugadores en
campo rival, te obliga a adelantar líneas para estar lo más compacto posible, y
crea un espacio muy grande a la espalda de los centrales y el líbero, zona que
debe ser cuidada con mucha precaución del juego directo, los balones largos al
espacio que envíe el rival, para ello la participación de Nahuel Guzmán es
importante, más allá de saber dar buenos pases, es un jugador muy inteligente
con mentalidad de 6, tal y como jugaba cuando era más joven, y ayuda mucho a
cubrir este hueco, además de ser una opción de pase más mientras el rival
presione alto nuestra salida y se compliquen las cosas.
(Círculos rojos: jugadores
mano a mano o superioridad numérica a favor. Círculos azules: jugadores rivales
que quedan libres para hacer el 2 a 1 a nuestros jugadores).
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